Señorísima opinión

Berlín

.

Dicen que escribo naíf

y un cuarto de elegante,

azul añil y amarillo

y una realidad errante.

.

Que llevo una cruz,

¡represión en estandarte!,

lo que no me permita yo,

que no lo viva nadie.

.

Nadie limpia mis botas

del sarro cuando me abaten,

¡oh libertad divina!, me piden,

madrugue y me rematen.

.

Desaliño mis melenas,

me rearmo y leo a Dante,

entreabierto está el portillo

de apatía coagulante.

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8.3.2024

David Fernández del Álamo